miércoles, 25 de junio de 2014

La juventud y las drogas.

Las drogas, ese elemento tan cercano a nosotros, con tanta influencia y que tan poco valoramos, ese elemento que pocas veces nos paramos a analizar y que yo quiero hacerlo por todo lo que implica en mi entorno más cercano pero también en un contexto más amplio.
Las drogas, (cuales quiera que sean) suponen un elemento de control, dependencia y anulación de la conciencia del individuo que las consume. Aun asumiendo esto, la vida social de millones de personas gira en torno a las drogas, en torno al consumo de tabaco y alcohol principalmente. Este hecho ha sido asumido por la mayoría de personas como algo permisible o al menos aceptable, algo explicable teniendo en cuenta que la mentalidad que impera es la de la clase dominante (capitalista) basada en el consumo como eje central de la vida. Esto por supuesto es extrapolable al ocio, un ocio de consumo que gira en torno a las drogas "blandas" como mecanismo de evasión principalmente de la juventud, aunque también es usado por la población más mayor de forma distinta.
Debido a mi coyuntura personal prefiero centrar el articulo en la juventud, como joven siento que las drogas me afectan en mayor o menor medida de forma periódica, ya que como he dicho antes el ocio de la juventud se basa principalmente en el consumo de drogas con la finalidad de evadirse, emborracharse para celebrar algo, fumarse un cigarro para evitar el estrés (paradoja) o fumarse un porro para relajarse, todo ello tiene la misma finalidad: la evasión y la misma causa: la incapacidad para resolver situaciones de forma racional.
Habiendo experimentado yo mismo los efectos del alcohol por ejemplo, no puedo si no constatar todo lo que ya he mencionado, la borrachera (fin ultimo del consumo de alcohol) crea una sensación de felicidad potente pero pasajera, te hace olvidarte de tus problemas, ver todo como bueno y divertido, una sensación muy parecida a la que tiene la gente que "sale de compras" para relajarse.
La mayoría de mis amigos, conocidos y compañeros realizan este consumo y a riesgo de generalizar lo hacen buscando una mayor sensación de seguridad en si mismos, una mayor capacidad de relacionarse con los demás, etc. Cuando reflexiono sobre esto solo puedo sentir lastima viendo en lo que el ocio consumista convierte a los jóvenes que por su edad se deberían caracterizar por su compromiso, vitalidad, energía, salud, dinamismo etc y están siendo convertidos en auténticos zombies con nula capacidad de divertirse sin gastar dinero y destrozar su cuerpo. Las drogas como instrumento de control anulan la capacidad de decisión de nuestra vida y dominan el uso que hacemos de nuestro tiempo y recursos, chavales que se esfuerzan durante toda una semana con la ilusión de poder beber hasta perder el conocimiento el viernes, otros que emplean su dinero para poder pillarse el porro que les haga olvidar donde viven durante unas horas, chavales que ya no son dueños de su tiempo, ahora el ritmo lo marca la marihuana que decide cuantos porros tienes que fumarte para dormir a gusto, lo marca la botella de ron que decide cuantas copas necesitas para pasártelo bien y como cada vez necesitas más copas y más porros, cada vez necesitas más tiempo. Tengo que puntualizar que no todas las drogas son iguales y lógicamente no todas son igual de perjudiciales, el momento en el que te vuelves drogadicto lo marca tu actitud tu necesidad de de recurrir a una determinada sustancia para ser feliz y tu actitud también puede marcar el control sobre las drogas, el manejo sobre sus efectos y su uso como simple alimento o refresco.
Como mi intención con este articulo no es echar un simple sermón moralizador si no hacer una reflexión personal y libertaria sobre las drogas y la juventud, no voy a caer en tópicos de acusar a los jóvenes de vagos y patosas o pedir que se prohibía la droga porque estaría cayendo en el juego del estado-capital que solo busca negocio o sumisión, el único modo de que los jóvenes, más aún aquellos que tienen una mentalidad combativa y militan, ganen la batalla a las drogas es que tomemos las riendas de nuestras propias vidas, que nos planteemos una forma de ocio que no implique gastar dinero y vender nuestro tiempo a otros que diseñen nuestra diversión, que tomemos la iniciativa de interactuar con los demás y asumamos nuestros problemas en lugar de evadirnos.

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